Cosmetica Vehicular

Cuando la superficie no está libre de impurezas, el tacto se vuelve rugoso, casi áspero. Aunque hablemos a nivel microscópico, esos pequeños detalles se notan a simple vista. ¿Cómo lo percibes? Al lavar tu coche, el agua no se desliza uniformemente; se forma una película que no escurre correctamente.

La luz, por su parte, se comporta de manera diferente. Cuando entra por un poro sucio, no alcanza la pintura, afectando la profundidad del color. Incluso con los mejores champús o cera, notarás que la brillantez no es la misma. Este fenómeno se acentúa especialmente en entornos urbanos y con el paso del tiempo.

En nuestro taller, comenzamos el proceso con un lavado exhaustivo seguido de la descontaminación de la carrocería usando una claybar para una limpieza profunda. ¡Ya en este punto, se siente la suavidad recuperada al eliminar toda esa suciedad microscópica!

Después de aclarar y secar el vehículo, nos sumergimos en el pulido, utilizando un polish adecuado para cada tipo de laca. Trabajamos con esmero, aplicando primero un polish de grado medio y finalizando con otro para resaltar el brillo.

Durante este proceso, nos ocupamos de eliminar esos pequeños swirls o microarañazos, así como las marcas de los encuentros poco amigables con excrementos de aves y mosquitos.

Con el coche pulido y libre de restos de polish, aplicamos de dos a tres capas de cera, ofreciendo así una protección profesional para la pintura.

Recuerda que este tratamiento no solo busca un mayor brillo y un tacto más agradable, sino que, al realizar pasadas con un polish de corte, logramos eliminar esas molestas marcas superficiales de la carrocería. Confía en nosotros para darle a tu vehículo la atención que se merece.